a la sociedad en general. A causa de la busqueda de la
felicidad en las cosas externas, el AMOR autentico ha
desaparecido de la humanidad. Paz y alegria han desaparecido de la vida familiar. La gente ha perdido su capacidad de amar y servir a los otros con el corazon
abierto. Maridos que desean otras mujeres, esposas que desean otro hombres. Esto ha ido tan lejos que en su excesivo deseo de placer hay hombres que olvidan que sus propias hijas son sus hijas. Incluso el concepto
de relacion hermano - hermana se derrumba. Millares
de niños son asesinados. La razon de todo este mal en el mundo de hoy se halla en el concepto erroneo de que
la felicidad se encuentra en el exterior. La gente busca
la felicidad en cosas cuya naturaleza esencial no dan la
felicidad en absoluto. Van de un objeto a otro. Pensar
que podemos alcanzar la felicidad en algo externo, es
solo una ilusion de la mente. En realidad, no existe
felicidad en ninguna circunstancia externa. La felicidad que ansiamos esta dentro de nosotros. Dios nos ha dado un cuerpo, sentidos e inteligencia, justo
para que aprendamos esta leccion y busquemos la fuente de la autentica bienaventuranza. Si utilizamos
nuestros sentidos indicriminadamente solo hallaremos
sufrimiento en lugar de la felicidad que esperamos.
Para aquellos que solo ansian placeres egoistas y vivir
sin contencion, el resultado sera la ruina. Es natural que deseos y emociones surjan en la mente, pero la
contencion es necesaria. Es natural tener hambre, pero no comemos cualquier cosa comestible que veamos. Si asi fuera nos pondriamos enfermos. Del mismo modo, el ansia excesiva de placeres concuce al
sufrimiento. Pero la gente no se da cuenta de esto. El
placer de los sentidos viene de dentro. La gente corre
freneticamente detras de la felicidad externa hasta que
se derrumban en un estado de sufrimiento y desesperacion. Se levantan, corren de nuevo y de nuevo caen. Si vamos solamente en busca de placeres
externos no encontraremos paz en la vida. Debemos
aprender a mirar hacia dentro pues ahi es donde se
encuentra la felicidad autentica. Pero no encontraremos esa bienaventuranza hasta que evitemos esos saltos externos de la mente, hasta que la
aquietemos. En el fondo del oceano no hay olas. Igual
mente os dareis cuenta de que la mente se calma auto
maticamente cuando nos sumergimos en sus profundidades. Ahi solo ahi bienaventuranza.
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